lunes, 31 de marzo de 2014

Análisis de 'Tentativa imposible'

Tentativa imposible (1928)
Se cuenta que el pintor griego Apeles pintaba tan bien los caballos que los caballos de verdad, al pasar ante ellos, relinchaban saludándolos. Es también célebre la anécdota de Miguel Ángel, quien, al terminar su Moisés, le dio un sonoro martillazo en la rodilla, exclamando "¿por qué no hablas?".

René Magritte hace en Tentativa imposible una referencia explícita a esta tradición artística dando vida a su amada esposa, Georgette. Pero en el cuadro de Magritte el artista no pinta una copia tan fiel al modelo que imita la vida o la adquiere: pinta, literalmente, al modelo. Es una tentativa imposible, pero que se torna posible en pintura, donde el artista es una imagen al igual que lo que pinta.

La reflexión del pintor surrealista no se detiene, banalmente, en las capacidades miméticas de la pintura, sino que va más allá, indagando la ambigua relación existente entre la realidad y su imagen, entre el mundo en que vivimos y aquel, absolutamente autónomo, a que puede dar vida la pintura. La imagen no se ajusta al modelo; como mucho, el modelo puede esforzarse por parecerse a la imagen. Pero esta tiene vida propia y, en la superficie de un cuadro, la imagen de un pintor puede pintar verosímilmente la imagen de la mujer que ama, real porque comparte su misma realidad, su misma condición de imagen.


Dicho esto, queda el hecho de que lo representado es, en primer lugar, un acto de amor. La imagen puede no ajustarse al modelo, pero el modelo de este cuadro, como de muchísimos otros cuadros, es su mujer, Georgette, con la cual el artista se hará fotografiar en una tentativa (esta sí imposible) de repetir en la realidad el acontecimiento imposible en el lienzo.

jueves, 27 de marzo de 2014

Introducción a Yves Tanguy (1900-1955)

Mamá, papá está herido (1927)
Raymond Georges Yves Tanguy (París, 5 de enero de 1900 - Woodbury, 15 de enero de 1955) fue hijo de padres bretones y miembro de la marina mercante en África y América. Su pasión por la pintura le vino súbitamente tras ver un cuadro de De Chirico.

Gracias a su amistad con Jacques Prévert, Tanguy fue admitido en 1925 en el círculo de surrealistas de André Breton. Ese año se introducirá en el grupo surrealista y, desde entonces, participa en todas las exposiciones del grupo en Francia y en el extranjero. En 1927 celebra su primera exposición individual en París, casándose también por primera vez.

Al estallar la Segunda Guerra Mundial, tras se considerado no apto para el servicio militar se mueve a Estados Unidos y se casa con su segunda mujer, Kay Sage, instalándose en Woodbury (Georgia) en 1942. Se instala en Woodbury (Georgia) en 1942, nacionalizándose estadounidense en 1948. Vivirá aislado en una granja junto a su mujer, continuando su obra. Tanguy muere en 1955 mientras se desarrolla una gran retrospectiva sobre él en el MoMA de Nueva York.

Manos y guantes (1946)
Totalmente autodidacta, Tanguy creó un arte extremadamente personal donde los paisajes imaginarios crean una atmósfera fantástica. Pequeños elementos solitarios surgen sobre playas o fondos submarinos: evocan guijarros de formas rebuscadas, larvas extrañas que ocupan un espacio indefinido de un tono matizado muy delicado. Yves Tanguy es el único surrealista que, durante toda su vida, sabe guardar ese mismo estilo tan personal que caracteriza una obra ejecutada con minuciosidad y que, gracias a a los colores delicados, alcanza su propia perfección.

miércoles, 26 de marzo de 2014

Análisis de 'Leda atómica'

La composición de este cuadro de Salvador Dalí está marcada por el cisne y la figura femenina hallada en el centro. Se trata de Gala, su esposa, que es representada como Leda, que según cuenta la leyenda es seducida por Zeus, quien se transforma en cisne para seducirla ya que esta no correspondía de por sí a su amor. De su unión resultarán dos huevos de los cuales nacerán los dióscuros Castor y Pólux, y las hermanas Helena y Clitemnestra.
Encontramos a Gala representada de una forma muy realista casi como si se tratase de una fotografía, se encuentra sentada en un pedestal flotante, que su vez flota sobre otros peldaños o pedestales flotantes más pequeños, con la mirada hacia el frente y la mano izquierda acariciando al cisne que se le acerca para poder besarla. Leda y el cisne son el centro de la composición, inscritos dentro de un pentágono en el cual a su vez se inserta una estrella de cinco puntas, haciendo de este cuadro una divina proporción. Esta manera de componer el cuadro le supuso a Dalí meses de estudio con un matemático rumano, Matila Ghyka, para poder conseguir esas proporciones, basadas en el matemático renacentista fray Luca Pacioli.

Leda atómica (1949)
Nigún elemento u objeto entra en contacto con otro; con ello, Dalí intenta hacer alusión a la teoría física intra-atómica. Entre los objetos flotantes que encontramos vemos una escuadra de madera, un libro rojo (que perfectamente pudiera tratarse de una Biblia), tres gotas de agua concentradas, etc. Incluso el propio fondo, el mar, se encuentra flotando en el aire sobre la arena. Por último hay que mencionar el último elemento y el más importante para el pintor: el cascarón del huevo, que simboliza la vida y lo relaciona con la mitología del cuadro como el fruto de la unión entre el cisne y Leda, del cual nacerían los gemelos.

Dalí quiere personificarse en el cuadro como el cisne, pero al mismo tiempo relaciona a Castor y Pólux como almas gemelas, al igual que él y su esposa, Gala. Como curiosidad sabemos que el cisne fue motivo de una joya que diseñó y regaló a Gala en 1959. Para entender la finalidad de esta obra, podemos acabar con unas palabras del propio autor:
«Empecé a pintar Leda Atómica que exalta a Gala, la diosa de mi metafísica y conseguí crear el “espacio-suspendido”».

viernes, 21 de marzo de 2014

Surrealistas en París


La fotografía superior, tomada en París en 1933, muestra una reunión de artistas surrealistas de primer orden. De izquierda a derecha tenemos a Tristán Tzara, Paul Éluard, André Breton, Jean Arp, Salvador Dalí, Yves Tanguy, Max Ernst, René Clevel y Man Ray. Así podéis poner cara a algunos de los protagonistas de este blog.

domingo, 16 de marzo de 2014

Introducción a Jean Arp (1887-1966)

Pechera y tenedor (1922)
Hans (Jean) Arp (Estrasburgo, 16 de septiembre de 1887 - Basilea, 7 de junio de 1966) fue poeta, escultor y pintor, inicialmente vinculado al dadaísmo. Entre 1905 y 1907 estudió en la Escuela de Bellas Artes de Weimar, hasta que, impresionado por una exposición de Aristide Maillol, decide mudarse a París en 1908, trabajando en la Academia Julián. Al año siguiente comenzará a hacer sus primeros estudios sobre pintura abstracta y escultura.

En 1912 conoce en Múnic a Kandisnky y al grupo expresionista El Jinete Azul (Der Blaue Reiter), exponiendo junto a ellos. Al comienzo de la Primera Guerra Mundial se moverá a París y de ahí a Zúrich, donde conocerá a varios artistas con los que funda el movimiento Dadá de la ciudad. Conoce también a Sophie Taeuber, con quien se casará en 1922. En esta época construye relieves en madera policromada y ejecuta numerosos collages. En 1919 participa con Max Ernst y Baargeld en el movimiento Dadá de Colonia.

Vuelve a París en 1920, trazando amistad rápidamente con André Breton. Participa en el movimiento surrealista colaborando en la mayoría de sus exposiciones, manifestaciones y publicaciones. Los relieves seguirán constituyendo durante décadas una seña de identidad de Arp.

Pastor de nubes (1953)
A partir de 1930, su estilo evoluciona hacia el bulto redondo. Tras algunas obras en las que domina el elemento fantástico, las formas de su escultura se simplifican y se equilibran. La ondulación se hace elemental; establece un equilibrio de vacíos y volúmenes en las formas más simples que crea una expresión de extraña armonía. Su obra poética, donde domina el humor, no es menos importante y significativa que la pictórica o escultórico. Arp es bilingüe y publica tanto en francés como en alemán.

Durante la Segunda Guerra Mundial se refugia en Suiza, donde morirá accidentalmente su mujer en 1943. En 1954 obtiene el premio de escultura en la Bienal de Venecia y en 1957 se le encarga una decoración para la sede de la UNESCO en París. También ejecutará unos relieves metálicos para la Universidad de Caracas.

martes, 11 de marzo de 2014

'Un perro andaluz', de Luis Buñuel

Luis Buñuel (Calanda, 1900 - Ciudad de Méjico, 1983) es el cineasta surrealista por antonomasia, autor de películas como Un perro andaluz o La edad de oro. La primera de ellas es la que nos ocupa hoy, una producción enigmática y muy acorde con la estética de su movimiento artístico; no obstante, la realizó con la estrecha colaboración de Salvador Dalí.

La película es breve, pero cargada de contenido y referencias a la iconografía surrealista, especialmente la daliniana. Fue restaurada en 2003 por la Filmoteca Española, y podéis disfrutarla en el siguiente enlace de la página web de RTVE:

martes, 4 de marzo de 2014

Análisis de 'La cola de golondrina'

Este es el último lienzo pintado por Salvador Dalí, que tras la muerte de Gala en junio de 1982 vivió retirado en la residencia de Púbol hasta su muerte en 1989. Una famosa fotografía de marzo de 1983 lo retrata delante de un caballete en el cual está precisamente este cuadro; sentado en una curiosa butaca de altísimo respaldo, el pintor sigue fiel a su amor por su extravagancia en la vestimenta y la teatralidad , que jamás disminuyó en él.

Algunas de sus últimas obras, entre ellas esta, se inspiran en los estudios del matemático francés René Thom, inventor de la teoría de las catástrofes, un modelo teórico para explicar algunos fenómenos naturales, expuesta por el científico en la obra Modèles mathématiques de la morphogenèse. El artista se sumergió de una manera muy personal en estas complejas construcciones matemáticas, creyendo hallar una confirmación de la verdad de ciertas «visiones» suyas relativas al origen geológico del Rosellón y al valor de modelo absoluto que había reconocido en la estación de Perpiñán (que en realidad era bastante corriente).
La cola de la golondrina (1983)

En este cuadro sorprende la pureza casi abstracta de la composición; unos pocos signos, que recuerdan las representaciones gráficas de las funciones matemáticas, ocupan la superficie pictórica, en la cual flotan algunas efes, similares a las hendiduras sinuosas de la caja de los violines. Por seguir en el terreno de los signos matemáticos, estas elegantes efes alargadas son asimismo el símbolo de la integral. Sin embargo, Dalí estaba desde luego pensando también en el violín, pues en el margen superior izquierdo ha representado precisamente una parte de ese instrumento musical.